Cómo conseguir pasar de ser finisher en un Ironman a ver una maratón de Netflix.

No, no me he equivocado.

Y ahora verás que es más fácil de lo que parece, aunque mi objetivo es que tu hagas el camino a la inversa con mi entrenamiento inteligente.

Mira.

Tengo un amigo.

Mi amigo es vasco, y como buen vasco es duro por fuera y blando por dentro.

Hace poco estuvimos hablando y me decía:

“Juan Carlos, yo quisiera volver a correr, pero estoy muy pasado de peso”.

Lo que le pasa a mi colega le pasa a mucha gente de mi lista de suscriptores, por eso te lo quiero contar y no tiene nada que ver con su peso.

Es una historia digna de una peli.

Con 40 tacos le diagnosticaron cáncer por error y cayó en una depresión muy gorda.

No tenía cáncer, pero la noticia casi le mata.

Cuando por fin le dieron el diagnóstico correcto pensó que había que hacer algo para dar visibilidad al tema del cáncer.

Empezó corriendo un 5k.

Luego 10K.

Un día se apunto a una media maratón casi sin haber entrenado.

Se pego dos meses con dolores medio lesionado.

Pero quería seguir corriendo.

Así que persiguió su sueño.

Yo siempre digo que un corredor debe perseguir su sueño y que insistir es el 90% de la clave del éxito.

Este tío es la demostración de que es verdad.

Corrió una mítica Maratón de Montaña, la Galarleiz, que ya no existe, en el pueblo donde se crió.

Y siguió corriendo.

Hasta hizo el Ironman de Barcelona en 2016.

Un crack.

Parecía que nunca iba a dejar de correr.

Hasta que un día cambiaron las cosas.

Fíjate bien, porque no se lesionó, no le falló la mentalidad ni la cabeza.

Fue simplemente que el curro, y el ritmo de vida este loco que llevamos a veces, le complicó la vida.

Horarios interminables, mucha responsabilidad, un montón de estrés.

Y bueno, ya sabes como va esto.

Un día no sales porque estás cansado.

Otro día te da pereza, llueve, hace frío.

Piensas que necesitas recuperar y descansar para no lesionarte.

Que tú para sufrir ya tienes el curro.

Y dejas de apuntarte a carreras.

Y de pensar en entrenar.

Pillas un par de kilos.

Pero se convierten en 5, que cuando vuelves de las vacaciones de verano son 7.

Cuando te has dado cuenta ha llegado el invierno otra vez estás fuera de forma y salir a correr te cuesta más que quedarte en casa haciendo un maratón de Netflix debajo de la manta.

Echas la vista atrás y no recuerdas cuando fue la última vez que entrenaste.

Y ya no te pesas.

No necesitas que te recuerden que deberías estar mejor de lo que estás.

Atent@ a esto.

Mi amigo lo sabe.

Se hizo una revisión médica y en los análisis le salieron colesterol y triglicéridos.

Vamos, que ya es cuestión de salud.

Y la médica le amenazó con darle medicación.

Y el la odia (la medicación, y un poco a la médica también).

Así que lo sabe.

Sabe que debe volver a entrenar, porque da igual que edad tengas, salir a correr es salud y te permite sentir las endorfinas volando por tu cuerpo. 

Te enfermas menos y te sientes con mayor energía y luego incluso eres capaz de aguantar más…

…en todo.

Yo no sé como estás tú.

Como te encuentras.

Pero si estás en una situación parecida te cuento lo que le he dicho a mi amigo.

A mi amigo le he recomendado el pack de 37 euros de entrenamiento que tienes en el botón de abajo.

El mismo que ofrezco a los suscriptores de mi lista, porque es el paquete de inicio para empezar conmigo.

Además si es bueno para mi amigo te aseguro que es bueno para ti.

Combina nutrición y entrenamiento durante dos meses para que empieces a sentirte mejor, como mi amigo.

Es lo que yo llamo el entrenamiento inteligente.