El calor ya está llegando, y por supuesto que será más fuerte en las próximas semanas, ante esta situación debemos prepararnos para continuar desarrollando nuestro entrenamiento en verano.
Nuestro cuerpo por naturaleza ha desarrollado la capacidad de adaptación a las altas temperaturas, sin embargo, debemos aprender a determinar la razón por la cual aparecen algunos cambios en nuestro organismo a razón del aumento de la temperatura en el ambiente.
Son diversas las formas en las cuales nuestro cuerpo se puede expresar para lograr aminorar en el organismo los efectos del calor, entre estas formas de expresión están las siguientes:
Durante los días de calor podemos notar que las pulsaciones del corazón pueden ir a un ritmo más rápido de lo habitual, lo mismo puede pasar con la respiración.
En el caso de las pulsaciones, esto tiene una razón lógica, y consiste en que el corazón debe enviar una mayor cantidad de sangre a todo el cuerpo para regular la temperatura. La respiración más acelerada puede hacer que nos cansemos con mayor facilidad y mucho más rápido de lo que estamos acostumbrados.
Debido a las altas temperaturas, podemos detectar que el rendimiento deportivo disminuye. Los tiempos en ejecución de entrenamientos, series, carreras pueden aumentar.
Esto sucede normalmente con el ejercicio y entrenamiento en verano, ya que es un mecanismo que el cuerpo tiene para equilibrar su temperatura. Sin duda, vamos a sentir que estamos haciendo un mayor esfuerzo para realizar nuestras actividades.
Al tener un calor excesivo, la forma natural que el cuerpo tiene para regular la temperatura es a través del sudor. Pero hay un problema cuando además de altas temperaturas, hay un nivel alto de humedad.
La conjunción de estos dos elementos puede hacer que el cuerpo tenga más dificultad para expulsar el sudor y de este modo refrigerar el cuerpo.
Los tiempos de recuperación luego del entrenamiento en verano van a ser mucho mayores. Esto puede tener muchas razones, pero entre las principales esta que, bajo condiciones de altas temperaturas, se hace mucho más difícil descansar. Esto incluye también el descanso nocturno.
Debemos tomar en cuenta algunos consejos, que al poner en práctica disfrutaremos grandes resultados.
Es recomendable que nos tomemos algunos días para adaptarnos a las nuevas temperaturas. Lo ideal es que usemos esos días para realizar entrenamientos suaves.
De este modo gradual, nuestro cuerpo irá adaptándose a resistir los entrenamientos y competencias con altas temperaturas.
El verano puede ser una oportunidad para ser menos exigentes con nosotros mismos. Sin embargo, esta flexibilización en el entrenamiento no es una razón para que justifiquemos una falta de compromiso. Aunque las condiciones del clima pueden impactar decididamente en nuestra rutina, no es motivo para abandonar nuestros criterios de disciplina deportiva.
Si estamos acostumbrados a desarrollar nuestros entrenamientos en el aire libre, podemos ver el verano como una oportunidad para fortalecer nuestras rutinas en lugares cerrados.
Por ejemplo, con entrenamientos de fuerza, aeróbicos, y de tonificación muscular. El desarrollo de rutinas con estas características nos permitirá prepararnos en áreas que nos ayudarán a un mejor desempeño deportivo.
Esta época también una magnífica ocasión para consumir frutas, verduras y líquidos que quizás no comemos tanto en otras épocas. Es muy importante mantener siempre en buen nivel nuestra hidratación.
Es imprescindible tomar las cantidades correctas de líquido, especialmente agua, durante el entrenamiento en verano. Esto se hace mucho más necesario al entrenar durante el verano.
Evita realizar entrenamientos a las horas donde las temperaturas son mucho más altas. Es significativo buscar lugares de entrenamiento al aire libre con condiciones adecuadas, igualmente es clave protegernos del sol, usar prendas de vestir que ayuden a la correcta transpiración.
Es importante también adecuar nuestra rutina de entrenamiento según nuestros requerimientos.
Con las recomendaciones dadas en estas líneas podemos estar seguros de que vamos a disfrutar del verano a través del entrenamiento físico.
Esta temporada es también una oportunidad para tener conciencia sobre nuestro estado de salud, y aunque nuestro cuerpo durante el verano puede manifestar algunas reacciones gracias al calor de la temporada, debemos estar seguros de que esto esté sucediendo por esa razón, y no por algún problema clínico, para ello es importante realizar una visita periódica al médico para evitar cualquier problema.
Es importante que no veamos el verano como una amenaza, sino como una oportunidad para seguir fortaleciendo nuestras capacidades en el atletismo.
